Cautela en
favorecer
12 1Si haces bien, mira a quién,
y podrás
esperar algo de tus beneficios;
2haz bien al justo y obtendrás recompensa,
2haz bien al justo y obtendrás recompensa,
si no de él, al
menos del Señor.
3Nada se saca
de ayudar al malvado,
pues no obrará
rectamente;
5doble mal
recibirás en tiempo de necesidad
por todo el bien que le hiciste;
por todo el bien que le hiciste;
no le des
armas, pues las volverá contra ti.
6Porque Dios aborrece al malvado
6Porque Dios aborrece al malvado
y toma venganza
de los perversos.
7Da al bueno, rehúsa al malvado,
7Da al bueno, rehúsa al malvado,
alivia al
atribulado, no des al arrogante.
El enemigo
(EcJo 6,5-17; 27,22-24)
(EcJo 6,5-17; 27,22-24)
8En la prosperidad
no se conoce el amigo,
en la desgracia
no se oculta el enemigo;
9en la prosperidad
aun el enemigo se vuelve amigo,
en la desgracia aun el amigo se aparta.
en la desgracia aun el amigo se aparta.
10No te fíes nunca
del enemigo,
su maldad es como
bronce que se oxida;
11aunque te haga caso y se porte con modestia,
ten cuidado y desconfía de él;
11aunque te haga caso y se porte con modestia,
ten cuidado y desconfía de él;
haz como quien
bruñe un espejo;
él no podrá hacerte
daño, y tú verás en qué para su celo.
12No le des un
puesto a tu lado,
porque te dará un
empujón y ocupará tu puesto;
no lo hagas sentarse a tu derecha,
no lo hagas sentarse a tu derecha,
porque procurará
ocupar tu asiento.
Entonces me darás
la razón
gimiendo al compás
de mis gemidos.
13¿Quién compadece
al encantador mordido
o al que se acerca a fiera carnicera
o al que se acerca a fiera carnicera
14Lo mismo al
que se junta con el arrogante
y se mancha con sus delitos.
y se mancha con sus delitos.
Mientras va contigo,
no se te revela;
cuando caes, no se agacha a librarte;
cuando caes, no se agacha a librarte;
15mientras tú estás
en pie, no se trasluce;
cuando tropiezas, no se contiene.
cuando tropiezas, no se contiene.
16EI enemigo habla
con labios melosos,
y por dentro planea
traiciones siniestras;
el enemigo llora con los ojos,
el enemigo llora con los ojos,
llega su ocasión,
y no se sacia de sangre;
17te ocurre una desgracia, y allí lo encuentras;
fingiendo apoyarte, te echa la zancadilla;
18después sacude la cabeza, agita la mano,
17te ocurre una desgracia, y allí lo encuentras;
fingiendo apoyarte, te echa la zancadilla;
18después sacude la cabeza, agita la mano,
y hablando entre
dientes, cambia de expresión.
12,1-7 Traduzco
el verso primero del griego y me sale un consejo poco cristiano; nuestro refrán
lo resume muy bien: "haz el bien y no mires a quién". Es
que Ben Sira está dando normas de prudencia, mientras que el evangelio da
consejos de caridad. Favorecer al malvado es exponerse a sí mismo y a otros,
hasta puede ser complicidad. Jesús recomienda no echar las perlas a los
puercos: Mt 7,6; se complementa con Mt 10,41.
El desarrollo, al
gusto del autor, procede por oposiciones, poco matizadas. La motivación sube de
la razón humana a la sanción divina, que equivale a la argumentación siguiente:
si Dios aborrece y castiga al malvado, el hombre no debe favorecerlo.
12,3 Mt 7,6.
12,8-9 El
enunciado del nuevo tema opone, según costumbre sapiencial, amigo a enemigo, y
señala una prueba para reconocerlos, prosperidad y desgracia; pero el tema central
de la perícopa es el enemigo o rival. Ben Sira está instruyendo a jóvenes sin experiencia
en la vida. Véanse Prov 17,17; 26,24s. La instrucción (8-18) cuenta con dos consejos
negativos y bastante descripción para motivarlos.
12,10-11 Supone
ya identificado el enemigo. Aunque finja cambiar, su malevolencia es herrumbre
que retorna y se adhiere. El espejo metálico hay que bruñirlo con frecuencia
para que descubra la realidad; el rival, descubierto, perderá poder ofensivo.
12,13-14
Especie de inciso reflexivo, que coloca al rival malintencionado en la esfera de
animales venenosos, feroces: Sal 58,6; Ecl 10,11.
12,14b-18 Breve
descripción de un tipo, o etopeya, que pone delante un ejemplo para precaver al
discípulo: puede compararse con Prov 6,12-15; 26,23-26.
Btb
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