PRIMERA PARTE
Sabiduría y temor
de Dios
(Prov 8,22-31; Sab 7)
(Prov 8,22-31; Sab 7)
1 1Toda sabiduría
viene del Señor
y está con él eternamente.
y está con él eternamente.
2La arena de las
playas, las gotas de la lluvia,
los días de los siglos: ¿quién los contará?
3La altura del cielo, la anchura de la tierra,
los días de los siglos: ¿quién los contará?
3La altura del cielo, la anchura de la tierra,
la hondura del abismo:
¿quién las rastreará?
4Antes que todo fue creada la sabiduría,
4Antes que todo fue creada la sabiduría,
la inteligencia
y la prudencia antes de los siglos.
6La raíz de la sabiduría: ¿a quién se reveló?;
6La raíz de la sabiduría: ¿a quién se reveló?;
la destreza de sus
obras: ¿quién la conoció?
8Uno solo es sabio: sentado en su trono
8Uno solo es sabio: sentado en su trono
impone respeto.
9EI Señor en persona
la creó, la conoció y la midió,
la derramó sobre todas sus obras;
la derramó sobre todas sus obras;
10la repartió entre
los vivientes, según su generosidad;
se la regaló a los que lo aman.
se la regaló a los que lo aman.
11Respetar al Señor
es gloria y honor,
es gozo y corona
de júbilo;
12respetar al
Señor deleita el corazón,
trae gozo y alegría y vida larga.
13Quien respeta al Señor acabará bien,
el día de su muerte lo bendecirán.
trae gozo y alegría y vida larga.
13Quien respeta al Señor acabará bien,
el día de su muerte lo bendecirán.
14EI principio
de la sabiduría es respetar al Señor:
ya en el seno se crea con el fiel.
ya en el seno se crea con el fiel.
15Asienta su cimiento
perpetuo entre los hombres
y se mantiene con su descendencia.
y se mantiene con su descendencia.
16La plenitud
de la sabiduría es respetar al Señor:
con sus frutos embriaga a sus fieles;
con sus frutos embriaga a sus fieles;
17llena de tesoros
toda su casa
y de sus
productos las despensas.
18La corona de la
sabiduría es respetar al Señor:
sus brotes son la paz y la salud.
sus brotes son la paz y la salud.
19Dios hace llover
la inteligencia y la prudencia,
y exalta la gloria de los que la poseen.
20La raíz de la sabiduría es respetar al Señor,
y exalta la gloria de los que la poseen.
20La raíz de la sabiduría es respetar al Señor,
y sus ramos son
una vida larga.
21El respeto del
Señor rechaza los pecados
y aparta sin cesar la cólera.
y aparta sin cesar la cólera.
Sabiduría y paciencia
22EI injusto apasionado
no quedará impune,
porque el ímpetu de la pasión lo hará caer.
porque el ímpetu de la pasión lo hará caer.
23El hombre paciente
aguanta hasta el momento justo,
y al final su paga es la alegría;
y al final su paga es la alegría;
24hasta el momento
justo oculta lo que piensa:
la gente se hace
lenguas de su prudencia.
25Tesoro de sabiduría son los proverbios atinados,
pero el pecador aborrece la religión.
25Tesoro de sabiduría son los proverbios atinados,
pero el pecador aborrece la religión.
26Si deseas la
sabiduría, guarda los mandamientos,
y el Señor te la concederá;
y el Señor te la concederá;
27porque el respeto
del Señor es sabiduría y educación,
y se complace en la fidelidad y la humildad.
y se complace en la fidelidad y la humildad.
Sinceridad
28Hijo mío, no seas
falso en el temor de Dios,
no te acerques a él con doblez de corazón;
29no seas hipócrita en tu trato con los hombres,
vigila tus labios;
no te acerques a él con doblez de corazón;
29no seas hipócrita en tu trato con los hombres,
vigila tus labios;
30no te ensoberbezcas,
porque caerás
y te acarrearás ignominia;
y te acarrearás ignominia;
el Señor descubrirá
lo que ocultas
y te humillará
en medio de la asamblea;
porque te acercaste al temor de Dios
porque te acercaste al temor de Dios
mientras tu corazón
estaba lleno de falsedad.
1,1-21 Comienza
el libro con una exposición programática, vinculando la sabiduría / sensatez
con el respeto / reverencia de Dios. Cita y comenta el principio, también
programático, de Prov 1-7. La sabiduría / destreza es cualidad divina, que Dios
posee eternamente y que despliega en su actividad cósmica creadora. Es además
una creatura, que Dios reparte a los seres vivos; también a los
animales, según tradición sapiencial. A los hombres Dios les concede sabiduría / sensatez, a condición de que respeten a Dios.
animales, según tradición sapiencial. A los hombres Dios les concede sabiduría / sensatez, a condición de que respeten a Dios.
Respeto /
reverencia de Dios es un concepto ancho al que corresponden nuestro "sentido
religioso" o "reverencia" de la creatura ante el Creador. A
veces domina el aspecto etimológico de temer (cfr. Re-vereri); a veces el
aspecto ético de "guardar los mandamientos"; casi siempre el aspecto
genérico de "fidelidad".
La sabiduría no
es don estático, otorgado de una vez para siempre en estado perfecto, sino que
es dinámica, con algo de vida vegetal. Parte de un cimiento hacia una plenitud,
de una raíz hacia una corona. Aunque el hombre no la puede abarcar, porque es
anterior y superior a él, puede trabajar por ella y con ella, teniendo siempre
presente el respeto de Dios.
Pablo llama a
Cristo "sabiduría de Dios"; y Col 2,3 afirma que encierra "los
tesoros de la sabiduría".
1,1 Véanse Prov
2,6; 8,21 s; Sab 8,21. Compárese con Jn 1,1.18; Sant 3,17.
1,2-3 Ejemplos
de números indefinidos y dimensiones inabarcables: Sal 139,8s; Is 40, 12s; Job
28,24-27.
1,4 Hay una
sabiduría creada, primogénita y primicia: véase Prov 8,22-30; para las cualidades
emparentadas véase Prov 1,1-6. Algunos manuscritos añaden un verso: "La fuente
de la sabiduría es en el cielo la palabra de Dios, y sus canales son los mandamientos
eternos".
1,8 Con
plenitud de sentido, sólo de Dios podemos decir que es sabio, y por ello es sobrecogedor,
temible: Sal 76. "Sentado en su trono" como rey, a quien compete de
modo especial la sabiduría: Prov 25,1 s.
1,9-10 Responde
a las preguntas de los vv. 2-3. Parece establecer una gradación. Todas
las criaturas llevan impreso el sello de la destreza del Creador; todos los
vivientes participan activamente de una sabiduría; sus "amigos", o
sus fieles, la reciben como don particular: cfr. Ecl 2,26; Bar 3,37.
1,11-13 En tres
versos una síntesis de bienes ligados al "respeto" del Señor, que transforma
la entera existencia humana hasta el final. Entonces lo bendicen, no antes:
Eclo 11,28; entonces comienzan a bendecir su memoria: Prov 10,7. Sen Sira no espera
otra vida.
1,14-15 Eco de
Prov 1,7. La sabiduría desborda los límites de la existencia individual: antes
de nacer, sin condiciones, la recibe el hombre como don germinal, al morir la lega
a sus descendientes. El hombre nace ya horno sapiens. Gracias a ella,
puede desarrollarse, y este desarrollo sí está condicionado por el sentido
religioso. La sabiduría, además, está vinculada a la tradición. "Perpetuo"
o primordial.
1,16-17
Completa con bienes materiales la serie de 11-13; véase Prov 24,4; Sab 7,11.
1,18-20 Si la "corona"
designa la copa, la entera imagen es coherente: raíz, ramos, brotes, copa, y la
lluvia que la fertiliza.
1,21 Su único
obstáculo es el pecado, que provoca la cólera de Dios y frustra las bendiciones.
1,22-24 La
pasión es un caso concreto de pecado; la impaciencia impide la maduración. La
pasión es una fuerza que sobreviene de repente y arrastra al hombre a la caída.
A ella se oponen la paciencia y la prudencia. El resultado de éstas es la
alegría y el reconocimiento social.
1,25-27 Vuelve
al tema de antes: adquisición o cultivo de la sensatez. Ofrece tres caminos o
condiciones: los proverbios, que ilustran y orientan; los mandamientos, que se han
de cumplir; y el respeto del Señor, que es todo un programa.
1,28-2,18 En la
primera instrucción ha explicado de dónde procede la sabiduría y cómo se
consigue por medio del respeto de Dios. En la segunda instrucción explica cómo se
consigue y desarrolla el respeto de Dios. Hay que emprender la tarea con
sinceridad y humildad (28-30), hay que tener paciencia y constancia (2,1-6), hay que confiar en Dios (2,7-14); conclusión enunciativa (2,15-18).
1,28-30 La
tarea del respeto de Dios exige una actitud inicial, Respecto a Dios, el corazón
ha de estar entero; el corazón dividido (Sal 12,3; 1 Cr 12,34) está patente a
Dios. Respecto a los hombres ha de ser sincero, pues la hipocresía acarrea la
humillación de quedar descubierto. Respecto a sí debe ser humilde, pues la soberbia acarrea ignominia: Prov 11,2. Una actitud inicial
falsa viciará toda la empresa: cfr. Sab 1,1-4.
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