sábado, 7 de julio de 2012

CAPÍTULO 26.


La mujer buena

26 1Dichoso el marido de una mujer buena:
se doblarán los años de su vida.
2Mujer hacendosa hace engordar al marido,
y lo hará feliz toda su vida.
3Mujer buena es buen partido
que recibe el que teme al Señor:
4sea rico o pobre, estará contento
y tendrá cara alegre en toda sazón.

La mujer malvada

5Tres cosas teme mi corazón
y una cuarta me asusta:
calumnia en la ciudad, motín popular,
acusación falsa, las tres son peores que la muerte.
6pero mujer celosa es pena y dolor de corazón.
(Lengua mordaz es común a los cuatro).
7Mujer malvada es yugo que da sacudidas,
el que se la lleva agarra un alacrán.
8Mujer borracha es exasperante,
y no puede ocultar su infamia.
9Mujer lasciva tiene ojos engreídos,
y se la conoce en los párpados.
10Vigila bien a la moza impúdica, 
para que no aproveche la ocasión de fornicar;
11guárdate de los ojos impúdicos,
y no te extrañe que le ofendan.
12Porque abre la boca como viajero sediento
y bebe de cualquier fuente a mano;
se sienta frente a cualquier estaca
y abre la aljaba a cualquier flecha.

La mujer buena

13Mujer hermosa deleita a su marido,
mujer prudente lo robustece;
14mujer discreta es don del Señor:
no se paga un ánimo instruido;
15mujer recatada duplica su encanto:
no tiene precio un ánimo dueño de sí.
16El sol brilla en el cielo del Señor,
la mujer bella en su hogar bien arreglado;
171ámpara que luce en candelabro sagrado
es un rostro hermoso sobre un tipo esbelto;
18columnas de oro sobre plintos de plata
son piernas esbeltas sobre pies hermosos.

Exhortación

19Hijo mío, conserva sana la flor de tu juventud
y no des tu vigor a extranjeras;
20busca un lote fértil en toda la llanura
y siembra tu semilla, fiel a tu estirpe;
21así durarán sus frutos
 
y madurarán con la firmeza de tu estirpe.
22Mujer que se vende vale un comino,
la casada es torre de la muerte para los que la gozan;
23mujer irreligiosa tocará en suerte al inicuo,
mujer religiosa al que teme al Señor;
24mujer desvergonzada se dedica a la infamia,
joven pudorosa se cohíbe incluso ante el marido;
25la mujer impúdica es una perra,
mujer pudorosa teme al Señor;
26mujer que respeta al marido es tenida por sensata,
la que lo desprecia con arrogancia es tenida por irreligiosa.
27Mujer chillona y charlatana
es cometa que toca a zafarrancho.
Si el marido es del mismo carácter
vivirá siempre en pie de guerra*.
28Dos cosas me entristecen y una tercera me da rabia:
rico caído en la indigencia, sensato caído en el desprecio,
hombre honrado convertido en pecador:
el Señor lo entrega a la espada.

Mercader

29Difícilmente se libra de injusticia el mercader,
el comerciante no quedará libre de pecado.

26,1-4 La visión negativa no es lo último: aunque más breve, esta estrofa quiere contrarrestar lo anterior. El original adopta una posición enfática:, "Mujer buena: ¡dichoso su marido!"; véase Prov 12,3; 18,22.  
            
26,1 Duplicar los años se opone en cierto modo al tener que morir de la estrofa precedente, y es una de las bendiciones fundamentales, muy frecuente en la predicación deuteronómica, p. ej. Dt 5,16.33; 6,2; 11,9; 22,7; 25,15.

26,2 El título encabeza el poema alfabético al ama de casa, Prov 31 ,10-31. La paz es otra bendición fundamental de Dios.

26,3 El camino para conseguir tales bendiciones es temer al Señor. Se opone a 25,19.

26,4 En oposición a 25,23. Otro modo de decir que vale más que la riqueza, Prov 31,10.

26,5-12 Nueva serie sobre la mujer malvada, introducida por otro proverbio numérico. El texto no parece bien conservado. El sentido ascendente pide como comentario a los tres primeros "pena y dolor de corazón", dejando para el cuarto "es peor que la muerte". y el verso final parece glosa de un comentarista que desea explicar el enigma, justificando la reunión de datos a primera vista heterogéneos; pero el enigma explicado pierde gracia.

26,7 "Malvada" probablemente en sentido específico, "de mal carácter, iracunda", como indicarían algunos textos de Proverbios.

26,8 Es caso extraordinario en el AT mencionar la borrachera de la mujer.

26,9 Véase Prov 6,25.

26,10-12 Las imágenes quieren caracterizar con dureza y por referencias de doble sentido a la mala mujer; algo semejante hacía con el holgazán, 22,1-2. Lo contrario es la viva descripción de Prov 7.

26,13-18 Nueva alternancia, para describir a la mujer buena y hermosa. Ambas cualidades aparecen reunidas en el conjunto de los seis versos: primero en paralelismo, después dando preferencia a cualidades morales, finalmente, exaltando la belleza.

26,13-15 Tres virtudes sapiencia les: prudencia, discreción, instrucción. La belleza está aquí más valorada que en Prov 31,30, sin que alcance el valor sumo.

26,16-18 La mujer hermosa se compara a lo más noble y luminoso en la naturaleza y el culto: en su casa irradia luz y orden, su figura tiene algo de sagrado, es una fantasía de riqueza esplendente. Hay que recordar lo que el autor sabe decir del sol y del culto en los últimos capítulos del libro, para apreciar el valor de estos tres versos; también se puede recordar la belleza masculina del sol en Sal. Compárese el v. 18 con Sal 144,12. 26,19-27 Diez versos de exhortación que insisten en los mismos temas y oposiciones; se leen en algunos manuscritos griegos.

26,19 "Hijo mío" como comienzo de la exhortación: véase Prov 5 y 31. El título de "extranjeras" quiere prevenir contra los matrimonios "mixtos": Ben Sira parece aplicar a la situación de su tiempo la reforma capitaneada por Nehemías, aunque sin tanto rigor, Esd 9-10; Neh 10,25-30; 13,23-27.

26,20-21 La mujer en imagen de la tierra prometida: así adquiere carácter israelítico la viejísima imagen mítica de la fecundidad.

26,22 Torre de la muerte, o cárcel de condenados a muerte, véase 2 Mac 13,5.

26,23-26 Por oposiciones no muy felices. Lo interesante es el sentido religioso explícito e intenso: la descripción sapiencial culmina en parénesis religiosa. Dos veces suena el tema del temor de Dios enunciado en v. 3.

26,26 Ef 5,22-24.

26,27 La imagen es irónica y expresiva. El verso siguiente no se entiende: el traductor griego probablemente no ha entendido el original. Sospechamos que el original hebreo explotaba la imagen bélica: al que le toca una mujer semejante se le pasa la vida en peleas (o algo por el estilo).

26,28 Este proverbio numérico habla de tres categorías de hombres caídos o degenerados: el orden es ascendente y pretende valorar: riqueza, fama, honradez. El texto del segundo verso es dudoso.

26,29-27,3 La visión negativa del mercader tiene algo de tradicional. Mercaderes por excelencia eran los cananeos, y su nombre es sinónimo del oficio; su profesión dudosa se oponía al honrado cultivo del campo. Sobre todo tenían mala fama los mercaderes ambulantes, poco escrupulosos en sus tratos: véase Eclo 11,29-30. 

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